
Si bien es un acto natural, un derecho darle de amamantar a un niño, algunas mamas no se sienten cómodas hacerlo en público dónde las miradas de los demás no son siempre muy amables hacia las madres lactantes.
Tener un sitio íntimo, tranquilo para poder amamantar o extraer la leche, en lugar de hacerlo en el baño, puede ser beneficioso para el bienestar de la madre y el niño.
Tendrían que ser espacios cerrados, suficientemente grandes para que quepan dos asientos por si la mama tiene otro niño que la acompaña, un calentador de biberones, unos enchufes eléctricos y USB para recargar móviles y un estante para apoyar biberones.
También una aplicación descargable de los puntos de lactancia en la ciudad.
Mi única duda es respecto a la higiene y limpieza de las cabinas que requeriría tener una persona encargada del mantenimiento de la cabina, pero también para garantizar su uso para fines exclusivos
En Estado Unidos existe en algunos aeropuertos este sistema inventado por dos mamas. La marca se llama Mamava