
Verdaderamente no existe aún igualdad entre sexos.
Históricamente, la igualdad ha sido uno de los principios que ha provocado, al unísono, pasiones y odios pero, entre otras cosas, ha sido el motor de la reivindicación feminista.
Socialmente, la mujer es mucho más visible que hace 30 años, la sociedad reivindica la igualdad y las campañas publicitarias han pasado de escasas a muy frecuentes. Se habla de igualdad en la educación, en la política, en el deporte, en los medios y entre los amigos. ¡Existe el día de la mujer!
En el ámbito laboral, muchos países europeos han conseguido la deseada “igualdad” mediante la introducción de leyes sobre igualdad de género, lo que denominan “cuotas de género”, para propiciar un nivel más equitativo en la distribución de los géneros, en los cargos de elección popular y representación a fin de obtener una mayor presencia de mujeres en dichos puestos.
Y por último, “educar en igualdad”, crecer y aprender en igualdad para que todos tengan las mismas posibilidades de desarrollar sus capacidades y habilidades sin limitaciones por razón de su sexo.
El gran paso hacia una igualdad equitativa está aún en proceso.