
La presencia de las mujeres en los órganos constitucionales no llega a representar el 50% del total. Por ejemplo, del CGPJ, tan solo el 42,9% son mujeres. Y esta cifra va descendiendo en otros órganos, como el Tribunal de Cuentas (41,7%), la Junta Electoral Central (35,7%), el Consejo de Estado (34,5%) o el Consejo Económico y Social (25%).
También es especialmente llamativo que el porcenaje de mujeres en las Reales Academias Españolas no llega al 12%. Si bien es cierto que, en esta última década, esta cifra casi se ha duplicado. Pero sigue sin ser suficiente.
En este enlace se pueden ver los datos al completo: http://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925595743&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout¶m1=PYSDetalle¶m3=1259924822888
¿Cuál es la causa de esta desigualdad? A priori, podría pensarse que el legado cultural sigue pesando y que son los hombres los que todavía tienen que tomar las decisiones importantes. La sociedad ha avanzado, sin duda, en temas referentes a la igualdad entre hombres y mujeres, pero hace falta más.
Es fundamental eliminar cualquier barrera que pueda encontrar una mujer para llegar hasta estos organismos. No busco que se les regale la oportunidad simplemente por el hecho de ser mujer, pero sí que no se le discrimine por el hecho de serlo.