
Es una propuesta para las grandes ETT y empresas de outsourcing, tipo Manpower, Randstadt...
Consistiría en que, en una primera criba curricular para puestos internos o de implant en cliente, anonimizasen los currículos en género (nombre y foto).
Con ello, se evitaría discriminación a las mujeres en los procesos de selección y en la contratación por cuestiones como la maternidad o el cuidado de hijos que, muchas veces en la práctica, parece culturalmente aceptado corresponder sólo a la mujer.