
En mi opinión el decreto de registro horario es una medida bien intencionada (propone medir y denunciar los abusos de algunas empresas, combatir la precariedad salarial), pero llena de lagunas y que, en ocasiones, por su rigidez pone incluso trabas a nuevas formas de trabajo que precisamente facilitan la conciliación, como el horario flexible o el teletrabajo.
Por otro lado, hay sectores y empresas en las que a veces hay picos de producción justificados, que requieren de un esfuerzo adicional por parte de los trabajadores. Y, desgraciadamente, los salarios en España son bajos, por lo que no siempre la remuneración de las horas extras puede ser lo más conveniente para los trabajadores.
Por eso propongo, y dado que la conciliación es otro de los puntos fuertes del decreto, que las empresas puedan dar a elegir a sus empleados entre cobrar dichas horas extras o disfrutarlas como libres para sus tareas de conciliación.